sábado, 31 de enero de 2015

El año nuevo empezó hoy...

Decían que el 31 de Enero iba a llover mucho. No acertaron. También decían que no iba a acudir mucha gente a una manifestación en la que no se protestaba por nada. Segunda equivocación.

El viento predominó en toda la mañana, al igual que el color morado en pancartas, camisetas y pegatinas que también los perros lucieron; ya verán para despegarla.

Gente, gente y gente es lo que veía hoy, mirase donde mirase. Nunca había visto tanta gente junta; pero es que soy de un pueblo pequeño y no quiero exagerar, pero tampoco quedarme corta en decir que acudieron 100.000 personas, según los cálculos de la Policía. Oí acentos maños, gallegos, vascos y catalanes, y otros muchos que en un simple grito de "TIC-TAC" o de "SÍ SE PUEDE" no se aprecian.

Observé una celebración con gente animada y sonriente y ni un altercado con gente volcando contenedores, nada de eso. Vi a un chico con estilo heavy (o eso mostraba su ropa, las apariencias engañan) emocionarse con Pablo Iglesias.

El "Coletas" más que un probable futuro presidente parece un ídolo de masas. Esperemos que por el bien del país esté a la altura de la ilusión y esperanza que emana por donde pasa.
Está claro que ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos, pero hay que reconocerles que lo que han pedido, en cuanto a formas de una manifestación sin altercados ni indignación con la que está cayendo, lo lograron.

La gente les sigue, les aplaude, les vitorean como a Rockstars. Habrá que ver cómo se las arreglan tras el show, porque por ahora, la gente no tiene motivos para juzgarlos por acciones que comprometan a un país. Es en el backstage donde los veremos, si este año sigue sin mayores incidencias que provoquen que la gente deje de respaldarlos, tal como son y cómo trabajan. Pero para todo esto recordemos que hay que ir a una urna.

Lo mejor de la "Marcha sobre Roma" que vaticinaba la señora Aguirre fue ver a varias unidades policiales mirando sin necesidad de controlar nada. Sólo había gente celebrando. Está claro que cualquier acto político o social necesita de las fuerzas de seguridad para el orden público; pero alguno se ha llevado un chasco acostumbrados a ejercer su fuerza con un mínimo de provocación. Si, oído de uno de ellos: "Qué aburrimiento de manifestación" 
¿Por qué alguno no va a velar por la seguridad de alguna mujer que haya interpuesto una ley de protección? Culpa de altos cargos que no administran más que dinero en B. En resumen, muy buen ambiente, ni insultos ni radicales que hacen pagar a los justos. Ni protestas ni pedidos de dimisiones. Hasta que no pasa un rato te sientes extraño. Una manifestación de alegría entendida por todos y cada uno de los asistentes. Era tal el ambiente que al llegar a Puerta del Sol faltaban las uvas y los matasuegras. De hecho, alguien tocaba una campanilla cada 15 minutos. Agarré fuerte el bolso por si era Rodrigo Rato.




 Lo peor: aparte del frío, que jueguen a ser más mediáticos a efectos teóricos y que regalen los oídos con propuestas, aún difusas, a meses de las generales. Mucha gente confía en ellos. Y todos sabemos que un cambio a mejor requerirá mucho tiempo. 

Para el recuerdo: me quedo con una frase de Juan Carlos Monedero durante la cual, personas mayores se emocionaron:

"La Democracia no se la debemos a Suárez, ni al Rey, se la debemos a los que hoy tienen el pelo gris, al pueblo"